martes, 31 de diciembre de 2013

El libro de I Ching que me hubiera gustado tener

"Este es el libro de I Ching que me hubiera gustado tener", fue el comentario de uno de nuestros estudiantes de I Ching cuando leyó los primeros borradores de nuestro libro el año 2004, en la primera de cuatro versiones por las que pasarían nuestros textos, y es que desde un inicio la intención de escribir este libro era que el estudiante de I Ching pudiera comprender con toda claridad la relación entre el significado literal de los textos y el contenido real de sus metáforas asociadas a las imágenes de los trigramas y las líneas del I Ching.

La labor de traducción de un libro como el I Ching puede llegar a ser muy ardua, pero más arduo aún es tratar de explicar los contenidos de los versos, porque los versos son reflejo de las imágenes y del comportamiento de las líneas.

Una flecha puede estar asociada a una línea yang, porque la línea yang es recta como la flecha. Un carro puede estar asociado el trigrama Kan porque la imagen de Kan es como la de un vehículo visto desde arriba, la línea central entera es el cuerpo o chasis del carro, mientras que las dos líneas partidas son las cuatro ruedas. Pero Zhen, el trueno, también puede ser un carro, porque ya en la antigüedad los carros producían un ruido que para entonces se consideraba ensordecedor. Pero también tenemos a Zhen como pie, a Kan como cerdo o como demonio, y así a lo largo de los textos del I Ching encontraremos muchas figuras literarias que en realidad hacen alusión a las formas y significados de los trigramas y de las líneas.

Pienso en particular que hasta ahora no se ha publicado en ninguna lengua occidental nada parecido a la gran obra de Richard Wilhelm, pero el problema es que en su obra él se preocupó en pocos pasos de explicar la relación entre el texto y las imágenes gráficas de trigramas y líneas. Por eso era necesario escribir un libro con el que se pudiera comprender todo esto y así poder leer con mayor conocimiento a autores como Wilhelm.

Y si se deseara encontrar alguna mejor alternativa, habría entonces que estudiar unos diez años de idioma chino para poder comprender los textos y dedicarse uno mismo a investigar en las profundidades del I Ching; entonces, el tener ahora publicado un libro en el que se puede conocer acerca de todos estos significados, permite al estudiante, aficionado o investigador del I Ching, tomar un contacto más profundo con él para así poder alcanzar la maestría en el arte de la adivinación, tal como lo hicieron los antiguos funcionarios de los reinos de Shang y de Zhou.

No dejen de estudiar este libro, les brindará enormes satisfacciones, y lo más importante de todo, podrán consultar el I Ching con mayor seguridad; así se podrán ayudar para la toma de decisiones importantes en sus vidas,  y además podrán ayudar también a otras personas a hacerlo.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
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miércoles, 25 de diciembre de 2013

I Ching: Develando el Misterio de las Líneas

Este libro es el primero referente a un texto clásico que publico luego de cumplir exactamente treinta años de estudios formales del idioma chino, iniciados con el Maestro Félix Tong en julio de 1983, además de cumplir veinticuatro años de estudio e investigación del I Ching y el Feng Shui, tanto siguiendo las enseñanzas directas de diferentes maestros, como dedicándome a la investigación literaria, además de haber recibido las iniciaciones en diferentes tradiciones para las diferentes prácticas que se desarrollan en forma paralela con la adivinación y la geomancia chinas.

La cultura china es eminentemente pragmática y según sus pautas de enseñanza tradicional, el estudiante o discípulo debe seguir durante muchos años al Maestro e ir aprendiendo primero en base a la observación, así como a través de las pequeñas tareas que se le van asignando conforme va pasando el tiempo. Por otro lado, el estudio del idioma chino y todas las artes tradicionales desarrolladas en esa cultura, requiere del ejercicio de la memoria, porque los aprendices deben siempre aprender a recitar poemas con los que se irán orientando cuando llegan a la práctica de sus métodos de adivinación u otros.

De hecho, el I Ching, en la parte que conocemos como el Canon Antiguo o manual de adivinación compilado durante Zhou del Oeste (1066-771 a.C.), fue escrito con la finalidad de que los aprendices del Oráculo de Varillas aprendieran a recitar los versos de memoria para que les sirvieran como referencia mnemotécnica al comenzar a practicar la consulta e interpretar las imágenes de los trigramas y las líneas de los hexagramas. Esta tradición de recitación memorística y contacto directo con la práctica sin aparente explicación teórica, es la que se repite en todas las artes chinas tradicionales, tal como podemos ver en las artes marciales, en las que los aprendices pasaban hasta tres años ejercitándose en una sola postura, la del jinete, para después de lograr la maestría en la misma recién aprender lo que podríamos llamar el boxeo.

Toda mi experiencia en la interpretación del Oráculo, así como los conocimientos de destacados académicos y maestros tradicionales de la adivinación, han sido volcados en este libro, deseando que a través de su estudio, los aficionados a las artes de adivinación y geomancia chinas puedan elevar su nivel gracias a la comprensión de los conceptos originales que se vertieron en el Canon Antiguo.

Algo muy importante que se debe tener en cuenta al estudiar el I Ching, es que a partir de Han del Oeste (206 a.C.-25 d.C.) no sólo se dividió el I Ching en dos vertientes, la filosófica y la oracular, sino que la clase letrada que ocupada los cargos públicos o los puestos en la corte, rechazó radicalmente la existencia de la adivinación y proclamó que su uso era una práctica distorsionada del I Ching, a tal punto que cuando Zhu Xi (1130-1200) declaró que el I Ching era adivinación y publicó en su libro los diagramas del Bagua del Cielo Anterior y del Bagua del Cielo Posterior, los intelectuales de la clase letrada negaron su existencia y dijeron que Zhu Xi los había inventado, siendo recién en 1972 que se encontraron tumbas de la dinastía Han en las que habían antiguas brújulas geománticas que contenían estos diagramas, por eso podemos saber que sí existieron y Zhu Xi no los inventó, sino que los recuperó investigando en los círculos taoístas en que se practicaba no sólo las artes de adivinación, sino todos los rituales shamánicos que los confucianos dejaron de practicar cuando se convirtieron en el cuerpo filosófico que daba sustento al orden imperial.

Entonces, aun cuando estudiosos como Richard Wilhelm, tuvieron contacto con maestros de los que aprendieron la práctica de adivinación, con el correr de los siglos los significados de los textos, sobre todo los del Canon Antiguo o manual de adivinación, sufrieron modificaciones sustanciales, de manera que lo que originalmente significó "Favorable la consulta al oráculo", en la versión de Wilhelm se traduce como "es propicia la perseverancia", que es la traducción o versión en glosa china que los confucianos dieron a los textos luego de incluir en ellos las Diez Alas atribuidas a Confucio.

Este libro trata, no sólo de realizar la traducción directa del texto original con sus significados, sino de reproducir en la medida de lo posible y hasta donde la gramática de la lengua española lo permite, la estructura sucinta que tienen los mismos al ser escritos en chino antiguo, por eso cuando se ha añadido preposiciones o palabras que no existen en el texto original pero que eran indispensables para su comprensión en la lengua española, se las ha colocado entre corchetes, para que así el estudiante de la lengua china pueda discriminar cuál es el texto original y cuáles son los agregados y así poder tener un mejor aprendizaje del chino antiguo y en este caso, del I Ching.

El título del libro se debe a que todos los textos tienen significados ocultos que se refieren directamente a las imágenes de los trigramas y al comportamiento de las líneas, no son puras imágenes literarias como se podría pensar cuando no se tiene una explicación correcta; entonces, el que estudie con este libro, podrá conocer los significados originales, la interpretación correcta para la adivinación, y por tanto, luego de unos años de estudio podrá prescindir del libro e interpretar directamente las imágenes de los trigramas y las líneas, tal como lo hicieron los antiguos adivinos antes de que existiera el I Ching.

A estudiar, queda mucho por hacer y es mi mayor deseo el que este trabajo sea superado, investiguen mucho y produzcan más, para que así se conozcan las artes de adivinación y geomancia en su verdadera profundidad.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
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Numerosas Colaboraciones

Era muy difícil mencionar en el libro a todas las personas que de una u otra manera colaboraron para su publicación, por eso sólo mencioné al Maestro Félix Tong, además que los eminentes personajes que escribieron los prólogos destacan por su propia pluma; sin embargo, para llegar hasta aquí recibí innumerables colaboraciones, tanto de diferentes maestros de las artes chinas tradicionales, como de amigos que colaboraron desinteresadamente.

Era el año 1998 y mi amigo José Antonio García, que en el año 86 había organizado mis primeros cursos de español para chinos, cantonés y taichí, me pidió que dictara clases de Feng Shui en la sede de su revista, pedido al que me negué en un inicio, pero una vez que José Antonio tuvo la paciencia de explicarme la importancia del dictado de estos cursos, decidí prepararme para ellos y fue entonces que llamé por teléfono a Hong Kong, a mi amiga Fung Lay Wha, que se encontraba en ese momento visitando a su familia.

Fung Lay Wha, recibido el encargo, se dirigió acompañada de su cuñado a Cantón y buscó libros de I Ching y Feng Shui en La Ciudad del Libro, sin imaginar que encontrarían una pared con varios cientos de libros que hizo que ambos se miraran con perplejidad, pero por suerte encontraron una señorita que venía de Singapur y estudiaba Feng Shui; ella les ayudó a escoger cuatro títulos y uno de ellos "Fundamentos del I Ching" del Profesor Yang Wei Zeng, me sirvió para determinar los signos de puntuación que llevaría el texto en chino del Canon Antiguo en mi libro.

Yang Wei Zeng, fue Presidente de la Asociación de I Ching de China y es Profesor de la Universidad Zhong Shan de Guangdong; el libro Fundamentos del I Ching fue escrito en base a las notas de un curso electivo del mismo nombre que el profesor dicta en su universidad. Como la glosa de su libro está en su mayor parte describiendo el significado original de los textos para la adivinación tal como lo hacemos en nuestra traducción, la puntuación que él utilizó para el Canon Antiguo es la más similar a la que utilizaríamos por los significados, aproximándose en un 98%, motivo por el cual se decidió utilizarla.

Pero regresando a Fung Lay Wha, una vez comprados los libros, su esposo, el Maestro Ip Kok Chun, llegó a Hong Kong procedente de China Continental y cuando se enteró de que iba a dictar cursos de I Ching y Feng Shui, se dedicó varios días a escribir un cuaderno con notas en las que me indicaba todo lo que él consideraba que yo tenía que saber para no cometer errores al momento de realizar la transmisión de estos conocimientos; este cuaderno lo conservo hasta el día de hoy y fue uno de los pilares para los primeros cursos que organicé.

El año 2000 fui invitado a trabajar en la Sociedad Central de Beneficencia China del Perú, donde además de organizar y dirigir el Programa de Difusión de Feng Shui y Cultura China Tradicional, también dicté cursos de español para inmigrantes chinos, por eso pude conocer a numerosos practicantes de I Ching, Feng Shui y Astrología China, además de otros amigos que colaboraron conmigo de otras formas, como el señor Teng Shuang Qi, de Bao Long Comercial S.A.C., quien en muchos de sus viajes a China me trajo diferentes regalos, entre ellos tres libros de I Ching que adquirió en tres viajes, los cuales fueron de gran ayuda para obtener información muy importante para mi libro, sobre todo en lo referente a las imágenes de los textos tal como se interpretan a la luz del Bosque de los Cambios, además de los métodos en sí de adivinación con el I Ching tradicional y los datos históricos tomados de los registros de Primavera y Otoño que permitieron reconstruir los antiguos métodos.

También está el Maestro Lam Si Fai, médico herbolario chino por tradición familiar y maestro de kung fu en el estilo Wing Chun; él está actualmente reconocido como uno de los cien maestros más destacados de Feng Shui en China y durante su estadía en el Perú tuvimos oportunidad de compartir gratos momentos en que conversábamos acerca de los temas que nos apasionaban, como las Teorías del Yin Yang y los Cinco Elementos, que el Maestro conocía tan bien por su tradición familiar herbolaria. Él regresó a China hace trece años y una vez allá, se dedicó a tiempo completo al estudio del Feng Shui, estudio que no le costó mucho debido a su profundo conocimiento de las teorías fundamentales, y cuando el año 2011 se publicó el libro Personajes Notables de las Artes Nacionales, mencionó él que cuando vivió en Perú me conoció y fue por mi inspiración que estudio el I Ching y el Feng Shui, aunque condiciones no le faltaban para hacerlo ...

Luego tenemos al Profesor Wu Bing Kui, padre de nuestro gran amigo el Doctor Jian Wu Yu. El Profesor Bing Wu Kui fue gran amigo del Maestro Huang Shou Qi y gracias a su intermedio pude tomar contacto con el Maestro Zhang Shan Wen, quien me facilitó su Diccionario de los Cambios de Zhou, además de la comunicación epistolar gracias a la que puede también obtener valiosa ayuda para escribir este libro. El doctor Wu, además de comprarme libros de I Ching en sus viajes a China y solicitar a su padre la ayuda para hacer el contacto con los más destacados Maestros de I Ching de la Provincia de Fujian, cuna de la Escuela de la Brújula, escribió un importante prólogo del libro y revisó todo el texto haciendo observaciones acerca de la traducción de algunos pasajes; sin su ayuda este libro no hubiera tenido de ninguna manera el rostro que tiene.

Podría continuar haciendo memoria y el formato de las notas no me alcanzaría, sólo deseo que sepan que para poder hacer este trabajo recibí gran colaboración, colaboración a lo largo de los años que permitió que este libro pudiera tener el cuerpo que tiene y aquí agradezco a todos los amigos que colaboraron desinteresadamente para que aprendiera y pudiera plasmar parte del conocimiento que ellos compartieron conmigo en las páginas de este libro, espero que todos ellos puedan compartir la satisfacción de que este libro haya por fin visto la luz.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
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lunes, 23 de diciembre de 2013

El Maestro Félix Tong

El Maestro Félix Tong nació en Lima y sus padres provenían de Nanhai, Guangdong, China. Su padre era médico chino y su madre se preocupó mucho por su educación en su cultura de origen, por eso cuando él era pequeño, ella encargó que le trajeran unos juegos educativos de la China entre los que habían unos cubos con los que debía armar historias de personajes famosos de la antigua China; estos personajes eran modelos de virtudes y esa era una de las formas como se iniciaba en la cultura tradicional a los niños chinos.

Pero lo que marcó su diferencia con otros tusanes, o chinos nacidos en el Perú, de su época, fue que a los seis años de edad lo enviaron a estudiar al pueblo de origen de su familia, Sanshui o "Las Tres Aguas" porque en ese lugar confluyen los ríos Perla, Norte y Oeste. San Shui sigue siendo hasta la actualidad una zona rural en Guangdong y fue allí donde el Maestro Tong realizó sus estudios de primaria y secundaria.

El bisabuelo del Maestro, tenía una extensión de tierras heredadas del fundador de su familia que había llegado a Sanshui veinte generaciones antes, por lo que para su época la extensión de las mismas al haberse dividido generación tras generación entre los herederos de la familia, se había reducido y la producción de las cosechas normales no les daba grandes riquezas, hasta que hubo un año en que el bisabuelo Tong calculó con exactitud que habría inundación y dispuso que todas las tierras se sembraran con el arroz de la variedad de inundación.

Y es que los tres ríos que confluyen en Sanshui provienen de tres regiones diferentes y normalmente cuando llueve en la región en que nace uno de ellos, se ve cómo el agua ingresa con fuerza en la confluencia y pareciera que fuera hacia arriba; pero cuando llueve en las tres regiones de las que provienen los ríos, se produce una gran inundación que cubre los arrozales con hasta cinco metros de agua. Y existe una variedad de arroz que se siembra como previsión en algunos terrenos para la posible eventualidad de que haya inundación; esta variedad de arroz tiene un tallo que crece hasta buscar la superficie del agua y abre recién cuando sale fuera de ella, pero en época normal muere.

Al haber calculado exactamente que vendría la inundación, el bisabuelo Tong ordenó que se sembraran todas sus  parcelas con la variedad de inundación y como la inundación llegó, tuvieron que contratar barcazas para realizar la cosecha. Una cosecha próspera en una época en que otros agricultores de la región habían perdido casi todo por la inundación representaba un ingreso económico muy fuerte para la familia, por eso el bisabuelo dijo "ahora hay que tener un hijo funcionario" y contrató profesores para que uno de sus hijos se preparara para los exámenes imperiales. Y aunque el sistema de exámenes imperiales fue abolido al instaurarse la república en 1911, el Maestro Tong tuvo la suerte de estudiar con su tío abuelo, bachiller de los exámenes imperiales, cuando realizaba sus estudios de primaria y secundaria en Sanshui.

Cuando terminó la preparatoria, el Maestro Tong regresó al Perú y tuvo que estudiar el idioma español, que hablaba bastante bien porque durante su estadía en la China tenía un tío que lo hacía practicar siempre la erre y le recordaba que él, como peruano, debía hablar bien el español. Pero no sólo eso, él una vez en Lima se dedicó a estudiar hasta ingresar a la Universidad Nacional Agraria, aunque no concluyó sus estudios y se dedicó a la actividad comercial tal como lo hacían la mayoría de los chinos. Además, tuvo siempre la inquietud de divulgar los valores de su cultura de origen entre los tusanes, para lo que dedicó mucho tiempo a estudiar la filosofía occidental y el pensamiento cristiano, leyendo a Demócrito, Sócrates, Santo Tomás de Aquino y todo aquello que lo podría hacer comprender el pensamiento occidental cristiano para tratar de encontrar un punto de encuentro entre ambas culturas, punto de vista que él siempre compartía durante las charlas de catequesis en que participó durante muchos años con otros miembros cristianos de la colectividad china.

Fue el año 1983 cuando él se decidió a enseñar el idioma chino; se había creado un año antes el Centro Cultural Peruano Chino y los directivos pasaron varias reuniones discutiendo acerca de cómo se debían organizar los cursos de idioma chino, hasta que el Maestro Félix Tong dijo: "Yo lo voy a hacer", y fue así como realizó la convocatoria para sus cursos, los que dictaría en la sede del Tayouk Club de Miraflores durante tres años y medio. Él no era el académico occidental, ni el profesor de idiomas de instituto, era un chino tradicional que deseaba transmitir la cultura china tradicional tal como él la conocía, por eso desde el inicio de sus clases incluía en los contenidos de las mismas el estudio de los poemas de la Dinastía Tang, el pensamiento confuciano y el pensamiento taoísta, y lo hacía de la manera china tradicional, seleccionando pasajes que uno aprendía a recitar y escribir de memoria al mismo tiempo que aprendía las estructuras del idioma chino antiguo y los significados que tenían algunos caracteres del mismo, así como las diferencias con el chino moderno.

Actualmente los estudios del chino antiguo se hacen en las facultades de literatura china clásica o de filosofía china de las universidades chinas; pero antiguamente, todo aquel que estudiaba para los exámenes imperiales y deseaba participar en la administración del imperio, debería conocer el idioma chino antiguo y escribir tesis en la antigua lengua de los funcionarios para poder aprobar los exámenes. Entonces podemos distinguir a dos grupos de entendidos en el idioma chino antiguo, los académicos que se ven obligados a estudiarlo para poder investigar los textos antiguos, y los que por tradición familiar aprenden el chino antiguo como parte de su cultura y mantienen este conocimiento como un legado de sus antepasados.

El año 1986, cuando la Sociedad Central de Beneficencia China del Perú celebraba sus cien años de fundación, se encontraban los miembros de la directiva elaborando el libro de los cien años, pero ninguno de ellos comprendía totalmente los significados de los textos que se encontraban en los cuadros que fueron enviados a finales de la dinastía Qing (1644-1911) como obsequio por el emperador chino para felicitar a la Beneficencia China por su labor en apoyo de la comunidad china en el Perú y su administración correcta de los fondos; entonces el secretario de la Beneficencia invitó al Maestro Tong para que les explique el significado de los mismos, siendo uno de los exámenes que tuve que pasar con él el descifrar yo el significado de uno de los textos más importantes.

Y si bien es cierto, son muchos los académicos, amigos y profesores que han colaborado para que pueda llevar a cabo la tarea de escribir mi libro I Ching: Develando el Misterio de las Líneas, la colaboración de ninguno de ellos podría haber sido efectiva si yo no hubiera recibido las enseñanzas del chino antiguo y el pensamiento chino del Maestro Félix Tong Jo, por eso quise recordarlo al inicio del libro y agradezco infinitamente la amabilidad de la señora Ofelia Kocnim viuda de Tong que me alcanzó una fotografía del Maestro para poder incluirla al inicio del libro.

El idioma chino antiguo es muy especial y su pensamiento sólo se puede comprender a través del estudio del mismo, este libro es parte del legado cultural que el Maestro Tong transmitió y ahora ustedes pueden también a través de este modesto trabajo acercarse a la cultura china tradicional.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
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domingo, 22 de diciembre de 2013

El Maestro Chen Zhen

El Maestro Chen Zhen provenía de una familia de gran reputación en el sudeste asiático y en una ocasión un empresario hongkonés que se encontraba realizando una visita de negocios en la ciudad de Lima, me explicó que el abuelo del Maestro pertenecía a un grupo económico muy fuerte que había garantizado al gobierno chino ante la banca internacional cuando negociaba los créditos para sus proyectos de desarrollo económico. Entonces, el Maestro había recibido la mejor educación que podía tener un chino de ultramar criado en el sudeste asiático, él hablaba el cantonés como los antiguos y era muy cuidadoso para todos sus asuntos, la cocina de su restaurante era impecable y él siempre se ufanaba de que en cualquier momento cualquier persona podía entrar a su cocina y siempre la encontraría limpia.

Chen Zhen había recorrido muchos países y había vivido principalmente en Venezuela, viniendo a vivir al Perú cuando todavía sus negocios allá eran rentables; pero él decía que por motivos de feng shui le convenía venirse al Perú y luego de muchos años comprendimos el por qué. Él era muy divertido y acostumbraba a contar siempre anécdotas; cada vez que lo visitaba me contaba acerca de alguna de sus consultas y siempre me iba enseñando algo. Fue justamente un día que lo fui a visitar que me dijo: "Hok Wha, te voy a enseñar feng shui, muchos chinos quieren que les enseñe feng shui, pero ninguno de ellos va a aprender, tú sí vas a aprender, entonces te voy a enseñar, hoy tengo que ir a ver el feng shui de un chifa de un paisano, así que te voy a llevar para que aprendas...".

Una vez en el restaurante, mientras estábamos tomando el té con el dueño del mismo, el Maestro me dijo: "Mira, esos faroles de la puerta dan mucho fuego, tú sabes que en la filosofía china se habla de metal, madera, agua, fuego y tierra, estos son los cinco elementos y deben estar en equilibrio, el exceso no es bueno. El dueño del restaurante escuchó las palabras del Maestro y le dijo: "¿cómo puedes explicarle esto a un extranjero, acaso te va a entender?". Entonces el Maestro me dijo: "Hok Wha, explícale al paisano en castellano lo que te acabo de decir ...

Él era el único en aquellos años que tenía un aviso permanente en el periódico chino en el que promocionaba sus consultas de feng shui y lectura de rostro y mano. Y aunque han pasado más de veinte años, no ha habido nadie que vuelva a colocar un aviso así en el periódico chino. El Maestro Chen Zhen era practicante del Budismo Theravada y acostumbraba a dar consejos a las personas que consultaban para que pudieran cambiar sus vidas, su lectura era muy acertada y fueron muchas las ocasiones en que sorprendió a las personas a las que leyó, aun a aquellas a las que sólo les hizo un pequeño comentario.

En una ocasión visité con mi gran amigo Manuel de Cossio, también gran aficionado al feng shui, el I Ching y las artes marciales, una exposición de libros en la Sociedad Central de Beneficencia China del Perú, y encontramos allí un libro titulado (traducción aproximada) Domine Trescientos Aspectos Relacionados con el I Ching. Como acostumbraba a hacer, luego de visitar la exposición fui a visitar al Maestro Chen Zhen, y él cuando vio que llevaba un libro de I Ching me dijo: "Hok Wha, el I Ching no se puede aprender de libro, tienes que estudiar con un maestro, te doy un año para que aprendas con libro, si aprendes con libro te regalo mi chifa, mi chifa vale cincuenta mil dólares".

Entonces yo le expliqué al Maestro que, como extranjero, para mi era difícil comprender el I Ching ya sólo como idioma y que si bien es cierto estaba convencido de que necesitaba estudiar con un maestro, cuando encontrara alguno que me pudiera enseñar tal vez ni siquiera estaría preparado para comprender lo que me dijera sólo como idioma, ni siquiera pensar en el contenido, y por eso necesitaba primero prepararme para comprender la parte idiomática y así poder comprender cuando un maestro me fuera a enseñar.

Entonces el Maestro Chen Zhen dijo: "Tienes razón, estudia y cada vez que haya algo que no comprendas puedes venir a preguntarme".

Así se inició mi aprendizaje del I Ching en chino y desde 1990 hasta la actualidad han pasado ya veintitrés años ......

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
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sábado, 21 de diciembre de 2013

El Maestro Huang Shou Qi

El Maestro Huang Shou Qi nació en la prefectura de Xiapu, provincia de Fujian, en el año 1912. Realizó sus estudios primarios en su pueblo natal y luego ingresó a estudiar la secundaria en la ciudad de Fuzhou. Posteriormente realizaría sus estudios superiores en Peiping (actualmente Beijing), y aunque al terminar la licenciatura fue invitado a trabajar en su pueblo natal, sufrió algunos percances que lo hicieron regresar a Beiping, donde conoció a los grandes maestros del I Ching, entre ellos al Maestro Shang Bing He.

El año 1950 fue nombrado Decano de la Facultad de Idioma y Letras Chinas del Instituto de Educación de Fujian y luego de la Gran Revolución Cultural, cuando retornó a Fuzhou y el Instituto fue promovido a Universidad, ocupó el cargo de Vicerrector de la Universidad de Educación de Fujian en el año 1979. Fue justamente en esta casa de estudios donde tuvo como alumno al Doctor Zhang Shan Wen, destacado filósofo reconocido en la actualidad como uno de los mayores expertos en idioma chino antiguo de la Asociación de I Ching de China.

Durante los años de la Revolución Cultural, fue enviado al a región de Minbei, al norte de Fujian, donde se hizo muy conocido entre los campesinos por su habilidad en las artes de adivinación. Justamente uno de sus hijos comentó que su padre en alguna ocasión dijo que "en caso de que quedara sin trabajo, se colocaría en una esquina de la plaza y se dedicaría a la adivinación".

El Maestro Huang Shou Qi no sólo fue un destacado académico, sino que practicó las artes de adivinación, que aprendió principalmente con el Maestro Shang Bing He, siendo uno de los principales exponentes de la Escuela de Imágenes y Números. Lamentablemente, debido a la prohibición en los medios oficiales de la práctica de las artes de adivinación, las publicaciones que realizó tuvieron todas las referencias de los "clásicos" o comentaristas aceptados no sólo por la casta letrada confuciana imperial, sino también por el mismo partido, que continuó con la posición de "el I Ching es principios filosóficos y la adivinación es un uso distorsionado del I Ching", por eso en sus obras abundan las notas con comentarios de Wang Bi, así como de Cheng Yi, que fueron los principales defensores de la posición "filosófica" del I Ching.

Sin embargo, como el mismo Maestro Huang Shou Qi dijo "para estudiar el I Ching es necesario leer todas las publicaciones que existen acerca de él, incluso trabajos de extranjeros como Wilhelm". Entonces sus obras son también, material obligatorio de lectura para el estudioso del I Ching, que si se sumerge en profundidad en sus contenidos puede descubrir que en forma muy velada se encuentran también allí los contenidos de la Escuela de Imágenes y Números que el Maestro aprendió con los grandes de su época.

Huang Shou Qi fue también gran amigo del Profesor Wu Bing Kui, gran conocedor del idioma chino antiguo y poeta, gracias a cuya gentileza nosotros pudimos tomar contacto con el Maestro Zhang Shan Wen y así acceder directamente a los conocimientos de esta gran tradición del I Ching.

Recordemos que sin importar por qué aspecto del I Ching nos interesemos, el I Ching es antes que todo, estudio, y más estudio.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
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